sábado, 19 de noviembre de 2011

Guiá práctica y verídica para buscar trabajo - Cap. I


INTRODUCCIÓN A LA "GUÍA PRÁCTICA Y VERÍDICA PARA BUSCAR TRABAJO"

Lo bueno de haber trabajado en selección, es que te sabes todos los entresijos de la búsqueda de trabajo, porque sabes todos los trucos de los reclutadores. Dado que tengo tiempo libre, se me ha ocurrido compartir algunas ideas para los que, cómo yo, estamos en búsqueda activa.

No pretendo decirte nada nuevo, ni enseñarte algo que no sepas. Tú eres quién hace tu CV, y tiene que ser único y personal. Sólo quiero darte un par de pistas sobre cosas que pueden ser importantes y que podrían ayudarte. ¡Cualquier idea o comentario será más que bienvenido!

CAPÍTULO I - EL PRIMER PASO LÓGICO: BUSCAR TU CV

¿Dónde tienes tu CV?,¿Hace cuanto que no lo actualizaste?, ¿en qué idiomas lo tienes?, ¿están en tu CV destacados los puntos más importantes?, ¿has explicado tus funciones?, ¿lo has personalizado un poco? (que no parezca la autoplantilla de word), ¿sigues teniendo la foto de la orla en él?, ¿has incluído los links a tus perfiles en otras redes sociales? (Linkedin por ejemplo), ¿están tu teléfono, tu mail y tu dirección correctos?, ¿hay coherencia y consecución en las fechas o existen lagunas temporales?

Tu CV es tu carta de presentación, pero además es la base para poder crear una imagen coherente a través de las diferentes herramientas que te van a ayudar en tu búsqueda de trabajo y que explicaré en los siguientes capítulos.

Un CV actualizado y completo, es tu mejor arma en la búsqueda de trabajo. Mi consejo es crear un CV matriz, en el que pongas todas las cosas que has hecho en tu vida, hasta aquellos trabajos de cuando eras estudiante; y a partir de esa biografía, extraer las actividades más relevantes para los diferentes procesos de selección. Es decir, tener un CV completísimo, hasta cuando fuiste boyscout en la sabana africana, y varios especializados en función de las diferentes áreas relacionadas con tu carrera profesional.

Tu CV tiene que ser algo vivo, algo que se vaya adaptando a medida que evoluciones en tu carrera profesional. Ni demasiado largo, ni demasiado sintético. Tiene que incluir lo justo y necesario para hacerte interesante.

Nunca mientas en un CV, pero destaca los aspectos más bonitos de las realidades. Ten en cuenta que el objetivo final de tu CV, es conseguirte una entrevista. Así que tiene que ser lo más atractivo posible, dentro de unos límites verídicos y razonables.

Hay miles de estructuras y modelos, pero siempre hay unos puntos claves que no pueden faltar: información de contacto; formación académica y complementaria; información de contacto; experiencia profesional; información de contacto; habilidades de idiomas e informática; información de contacto; y otros datos de interés. Incluyas lo que incluyas dentro de cada apartado, intenta ser coherente en los datos que das y trata de estandarizarlo en la medida de lo posible. Tienes que guiar al lector, hacerle un camino fácil para que pueda acceder a la información más importante en el menor tiempo posible. Y, por si no ha quedado claro, nunca te olvides de incluir tu información de contacto.

Hay grandes diferencias culturales y nacionales en cuanto al contenido del CV. Infórmate sobre ellas a la hora de aplicar para una posición en el extranjero. Dentro de Europa existe el modelo Europass, aunque si puedes adecuarlo en detalle al estilo del país y de la empresa, mejor que mejor.

También debes tener en cuenta que en función del tipo de profesión al que te dediques, hay cierta información que no puede olvidarse (herramientas específicas, certificados profesionales, software especializado, etc.). Además, siempre es conveniente que si puedes poner links a muestras de tu trabajo, lo hagas, especialmente si te dedicas al mundo online y/o multimedia.

Otra cosa es analizar si tu CV contiene palabras clave suficiente. Piensa cuales son las palabras claves que te representan a nivel profesional (herramientas, habilidades, posiciones desempeñadas). Tienes que asegurarte que esas palabras claves estén reflejadas de una manera u otra en tu CV ya que los especialistas en selección usarán buscadores para encontrar esas palabras; si no están, nunca te encontrarán.

Apóyate en negritas, cursivas o subrayados para destacar puntos claves, pero sin pasarse. 

Finalmente, no te olvides del cómo lo guardas. En ocasiones ciertos formatos pueden dar problemas para abrir el documento en otros ordenadores y las diferentes versiones de un mismo software (por ejemplo Word), pueden dar lugar a que el texto se desordene y el trabajo que con tanto cariño hiciste, aparezca totalmente desparramado. Asegúrate de enviar siempre versiones de compatibilidad o en pdf, para evitar que éstas cosas pasen.

El CV da para capítulos enteros, pero te recomiendo que siempre le pidas a un amigo que lo revise. Muchas veces miramos las cosas mil veces y no nos damos cuenta de los fallos hasta que es demasiado tarde. Ten ésto especialmente en cuenta cuando elabores tu CV en otros idiomas.

Seguro que me dejo mil ideas en el tintero, pero espero haber podido dar un par de consejos útiles.

Una vez construido el CV daremos paso próximamente al CAPÍTULO II - PORTALES DE EMPLEO (de próxima aparición).


viernes, 18 de noviembre de 2011

Errores de Juventud

En ésta nueva etapa no laboral, estoy empezando a desempeñar tareas que están poniendo a prueba de forma concienzuda todas mis competencias profesionales.

Hoy tuve mi primer enfrentamiento con el sistema de seguridad social...y he salido perdiendo.

Os cuento mi historia:

Yo empecé a trabajar cuando tenía 15 años, ilegalmente y en negro, en el sector de la hostelería. Esos ingresos me permitieron comprarme un moto, con la que pude ir a estudiar al instituto. Seguí trabajando, gracias a esa moto, esta vez con un contrato que en ningún caso reflejaba la realidad de mis horas trabajadas, para ser capaz de ahorrar dinero y poder ir a la universidad.

Mientras estaba en la universidad, seguía trabajando (gracias a esa bendita moto que el trabajo negro e ilegal había permitido comprar) para poder mantener mi piso, los viajes a ver a mi familia, y algún que otro capricho. De forma paralela, percibía una beca de estudios mínima, ya que al ser económicamente independiente (con mi porquería de contrato), y aunque mi familia estaba a 300 km de distancia, no se me consideraba desplazada.

Los años pasan y sigo trabajando todas mis vacaciones y fines de semana (ésta vez ya en negro) en restarurantes para poder pagarme mis estudios, cómo suelo decir, a golpe de bandeja. Esa etapa empieza a fundirse con las becas de prácticas que voy consiguiendo gracias a mis estudios y mis habilidades profesionales creandome semanas de más de 60 horas de trabajo.

Éstas becas, reconocimiento a mi esfuerzo y capacidad, eran obviamente no cotizables, pero dado que aumentaban mi experiencia profesional y me permitían cierta flexibilidad, ¿quién era yo para quejarme?.

Las becas se empiezan a solapar y por fín consigo cierto nivel económico cómo para aparcar la bandeja y dedicarme en exclusiva a mi área profesional.

Tal es así que estoy un año entero, trabajando más de 10 horas diarias en dos becas de prácticas diferentes, haciendo horas extra desde mi casa los fínes de semana, mientras estudio mi segunda carrera y trato de vivir un poco.

Cuando me conceden la beca de La Caixa, no puedo recibir ninguna remuneración extra, por lo que sigo colaborando en mi tiempo libre con la universidad, sin tener ningún tipo de vinculación legal ni retribución económica. Simultámente, realizo un periodo de prácticas en EEUU (obviamente tampoco retribuidas ni legalmente vinculantes).

Finalmente, éste año, consigo una nueva beca de prácticas en un empresa gracias al proxenetismo de las universidades públicas y la necesidad de realizar un periodo de prácticas que ni de coña, se ciñe a las supuestas horas establecidas en el convenio y con una retribución incluso inferior a las otras becas de prácticas que había realizado anteriormente.

Pero veo una luz al final del tunel. ¡¡Esa última beca finalmente se convierte en un contrato indefinido!!. ¡¡Por fín voy a tener reconocimiento legal y económico de mi formación, mi experiencia profesional y mis competencias personales!!. ¡¡Voy a generar un nivel suficiente de cotización para poder tener derechos de verdad!!

40 días después me despiden sin previo aviso.

Gracias a todos éstos errores de juventud, aún habiendo estado trabajando más de 11 años, mi periodo de cotización en los últimos 6 años, no llega a los 6 meses. Con lo que no tengo derecho a ningún subsidio y me veo, hoy por hoy, con cero ingresos.

Afortunadamente, toda ésta experiencia de la vida, me ha permitido ser una hormiguita ahorradora que, hoy por hoy, tiene fondos económicos suficientes para poder buscar empleo sin la espada de damócles sobre mi cabeza.

¿Pero quién sabe?, puede que 11 años después, con dos licenciaturas, un máster internacional, 3 idiomas y estudiando un doctorado, tenga que volver a coger la bandeja.


jueves, 17 de noviembre de 2011

A las cinco de la tarde...despido desde dentro.




A las cinco de la tarde.

Eran las cinco en punto de la tarde.

Un niño trajo la blanca sábana

a las cinco de la tarde.

Una espuerta de cal ya prevenida
a las cinco de la tarde.
Lo demás era muerte y sólo muerte
a las cinco de la tarde. [...]





Que puedo decir...me han despedido.

Así sin más. Un lunes que parecia anodino, con ligeras nubes corpúsculares en el cielo que hacían presentir tormenta, aunque las isobaras pretendieran negarlo.

A las 4:59 me hallaba tranquilamente en mi silla, frente a mi ordenador, revisando mi mail y planeando las entrevistas del día siguiente...a las 5:05 estaba firmando mi finiquito inmersa en una nube de incredulidad y de incertidumbre.

¿Cómo era aquello posible?, ¿Cómo podía ser que 41 días después de haber firmado un contrato indefinido y después de 7 meses y medio en la empresa, me despidieran? ¿Cómo, aún habiendo facturado la nada despreciable cantidad de 40.000 € en aquel periodo (triple de mi salario anual), resulté ser tan burdarmente prescindible?

La razón dada fué simple: tenemos problemas económicos, demasiada gente en plantilla, y tu fuíste la última en entrar. 

Creo que en aquel momento de obnubilación, en mi mente salto una chispa de humor irónico asumiendo finalmente el verdadero significado de la palabra indefinido: es decir, ni puñetera idea de cuando acaba.

Oh misero de mi y oh infelice...apurar cielos pretendo ya que me tratáis así... empecé mentalmente a recitar para mí. Quizás cuando te despiden recitar a Calderón de la Barca, puede no ser muy común...pero probablemente eran las únicas palabras socialmente aceptables que podrían haber salido de mi boca en aquel momento.

Ciertamente, fue una putada.

Ahora bien, después de haber puesto cara de póker, y cumplir fielmente mi jornada hasta las 7 de la tarde asegurándome de hacer todo el traspaso de información necesaria (mientras en mi mente resonaba "...qué delito cometí contra vosotros naciendo...aunque si nací ya entiendo que delito he cometido..."); celebré mi funeral profesional cómo se deben acabar las cosas: riéndome con mis compañeros, cerveza en mano.

¿Lecciones aprendidas? muchas, infinitas, sobre la volatilidad de las circunstancias, la veracidad del Carpe Diem, los efectos de la mala gestión del cambio organizacional y los misteriosos caminos de la crisis económica.

¿Situación actual? echándo muchísimo de menos a las increíbles personas con las que he tenido el placer de trabajar y lista para dar el siguiente paso profesional.

De mientras...sigo con mi tesis sobre gestión del cambio (añadiendo éste nuevo mal ejemplo práctico) y disfrutando de unas más que merecidas vacaciones no pagadas.

Moraleja: si a las 5 de la tarde te llama el director de tu empresa...no vayas.