sábado, 14 de mayo de 2011

Atentos a todo... y a nada, la saturación informática.

Atentos a todo... y a nada · ELPAÍS.com

El otro día acabé mi jornada de trabajo, cansada, estresada, con la cabeza completamente saturada y me paré a pensar...¿qué he hecho hoy?.

La respuesta fue un mazazo que desestructuró por completo mi mundo...¡¡absolutamente nada!!.

Es decir, una nada relativa. Había contestado al teléfono, a los mails, a la intranet, lidiado con varios departamentos, más teléfono, más mails, una reunión, más departamentos; mirado ésto, aquello, lo otro, volviendo a lo primero, retomado lo segundo, intentado acabar lo tercero...para finalizar mi jornada con la terrible sensación de no haber hecho absolutamente nada.

Lo peor fue mirar a mi compañera, decirle esto y que ella dijera que se sentía exactamente igual, con la misma mirada agotada que la mía.

Es tan importante la comunicación constante sobre lo que se está haciendo...que perdemos el tiempo para hacer realmente algo.

Es una paradoja que la propia autonomía para hacer las cosas, quede completamente constreñida por la necesidad constante de informar sobre lo que se hace.

Echo de menos pensar...



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