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Fondo social de viviendas

Presentación del Fondo de viviendas

Recuerdo hace 12 años, ir con mi madre en coche al instituto y preguntarla - ¿Mamá, por qué se construyen tantas casas? ¡¡pero si es que no hay tanta gente!!...

Recuerdo hace 11 años, preguntarle a mi padre por el concepto de hipoteca. Cuando él me explicó que era pedir un préstamo para comprar una casa usando como garantía la propia casa y la de otra persona cómo aval, recuerdo que me entró miedo, ¿que pasaría si mi padre se quedara sin trabajo?...

Las dos ideas juntas hicieron clic en mi cabeza rápidamente y ya a los 16 años entendí, de forma muy genérica, el concepto de burbuja financiera. Los años pasaron y el incremento desmesurado del precio de la vivienda solo avivaba el fuego de mis sospechas. Cuando la crisis empezó (bastante ates de que se reconociera públicamente) pude imaginarme el efecto dominó que iba a causar. Cierto es que me incurable optimismo nunca fue consciente de la enormidad del problema social que se estaba creando.

Hemos llegado a una situación, en la que no es ya solo las familias en desempleo (y conscientemente hablo de familias y no de individuos) las que son incapaces de pagar las hipotecas, sino que los embargos afectan a la generación anterior. Abuelos y padres que avalaron a sus hijos para darles la oportunidad de independizarse, de crear su propia familia.

Con un índice de paro del 25% y subiendo  (EPA, 3T 2012) y un cifra récord de casi 50.000 desahucios  y subiendo, la situación es insostenible. Las consecuencias futuras de esta situación son impredecibles. No es ya sólo una generación perdida, sino muchas y en ambas direcciones. Los recortes en los servicios sociales, los tijeretazos en educación e investigación, la masacre de derechos de los trabajadores ( y humanos) sólo acrecientan el problema.

Por supuesto, no faltaría más, parece ser que ahora, es necesario hacer algo. Es por eso que se ha creado un Fondo social de viviendas, que va a sacar 5891 viviendas para uso y disfrute público de aquellas personas que más lo necesitan.

Vamos a hacer matemáticas: 50.000 - 5891 = 44019 personas que siguen sin tener ningún tipo de protección social, de las cuales la mayoría está desempleada por lo que no puede pagar un alquiler (incluso alquilando su propia casa por el alquiler social) y en algunos casos, incluso arrastrando a sus avalistas a la misma situación de desahucio que ellos sufren.

Lo que más me ha "encantado" es la forma de presentar el mensaje: "son 6.000 viviendas, creo que no es un esfuerzo excesivo". Pues claro que no, ¡¡CLARO QUE NO LO ES!! estamos hablando de 6.000 viviendas que se van a alquilar a 5891 familias por precios de entre 150 a 400 euros cedidas por los mismos bancos que les han arrebatado sus hogares. Pues no, no me parece un esfuerzo excesivo, me parece un esfuerzo mínimo, me parece un esfuerzo vergonzoso.

Una vergüenza que mientras 50.000 personas se hayan quedado en la calle, los bancos se lamenten del stock de viviendas que tienen sin vender.

Una vergüenza que el dinero destinado a ayudar a España, se use para tapar agujeros económicos en esos bancos sin repercutir en el bienestar social.

Una vergüenza el discurso paternalista usado para presentar una "solución" tan mediocre.

Una vergüenza que nadie se cuestione el hacer que los bancos dejen de ganar dinero realizando alquileres sociales de verdad durante un tiempo determinado. Dejando que ese stock, muerto, baldío, se use mientras la situación mejore, situación que esos mismos bancos contribuyeron a crear.

Una vergüenza que hasta una niña de 16 años, viera que esto pasaría, y nadie hiciera nada.